Juana I de Castilla y Felipe el Hermoso

Juana I. de Castilla ¿La loca?

Esta es una de las preguntas más frecuentes que recibimos los guías cuando visitamos la Capilla Real de Granada, lugar donde se encuentra enterrada Juana I de Castilla.

Juana I de Castilla y Felipe el HermosoPero ¿Qué conocemos realmente de la vida de esta gran mujer?

Juana nace un 6 de noviembre de 1479 y recibe al igual que sus hermanas y hermano una esmerada educación humanista, algo que no era habitual en Europa sobre todo para las mujeres.  Las princesas de Castilla estaban consideradas como las más cultas de Europa.

Igual que sus hermanas su marido es escogido por sus padres en un intento de tener el máximo control sobre Europa.

En su caso y con solo 17 años debe marchar a los Países Bajos para casarse con Felipe I de Austria con el objetivo de crear alianzas y bloquear a su rival Francia.

Hasta este momento Juana no había dado ningún signo de locura y nada llamaba la atención en su comportamiento.

Es fácil imaginar lo que debía sentir Juana, con solo 17 años,  que cargaba con la gran responsabilidad de llegar a una corte que no conocía, contraer matrimonio con alguien del que quizás nunca se enamoraría y tratar de tener la máxima influencia sobre su marido de manera que Castilla y Aragón se pudieran beneficiar. No era pequeña su responsabilidad.

Un gran amor

Por fortuna o por desgracia para Juana, Felipe resultó ser un apuesto príncipe del que se enamora locamente, en este caso nunca mejor dicho, ya que sería uno de los motivos de sus posibles desequilibrios.

Al principio  también Felipe se enamora  pero este amor no se mantiene durante mucho tiempo. Felipe pasó a la historia como Felipe el Hermoso, cuando hubiera sido más apropiado Felipe el Infiel. Realmente supo sacar provecho del amor de Juana para someterla a su voluntad.

Juana debió vivir en una continua contradicción. Su educación católica y su gran amor por su marido no le permitían tolerar, ni comprender su infidelidad. Pero por otra parte este hecho era algo habitual en esa época y totalmente tolerado en todas las cortes.

Juana I de Castilla¿Cuándo comienza la historia negra de Juana?

Es en estos momentos cuando Juana comienza a ser conocida como La loca por los muchos episodios de ira que manifestaba cada vez que descubre una nueva infidelidad. ¿Ira, rabia o locura?

De cualquier forma estos posibles desequilibrios mentales fueron muy bien aprovechados tanto por su m arido, como por su padre.

De manera fortuita y tras la muerte del Príncipe Miguel, Juana I de castilla se convierte en la reina de Castilla, algo que no están dispuestos a permitir ni Felipe, ni su padre.

La gran leyenda negra sobre su locura comienza a partir de la muerte de su marido.

Felipe fallece en 1506, solo dos meses tras la coronación de Juana.

En muy pocos años Juana había tenido que enfrentarse a varias muertes, la de su hermano el príncipe Juan , la de su hermana  Isabel,  la de su sobrino el príncipe Miguel y la de su madre.

Sin duda la que más la desestabilizó fue la de su gran amor, su marido Felipe.

A todo esto hay que sumar que entre 1496 en que se casa con Felipe y 1506 año en el que él fallece, Juana da a luz a 6 hijos.  Eso quiere decir que estuvo casi todo el tiempo embarazada o dando a luz.

Además estos diez años se caracterizan por los constantes enfrentamientos con su marido por celos, la soledad en una corte donde nadie la quería y donde no tenía ninguna autoridad y la traición de todos sus seres queridos.

Una jaula de oro

Como broche final tenemos un confinamiento obligatorio en Tordesillas  al que la somete su padre y que dura nada más y nada menos que  46 años, hasta su muerte.

Por dar algún detalle del confinamiento diré que pasaba la mayor parte del tiempo en salas sin ventanas y alumbrándose con velas.

Después de todo esto, es necesario volver a preguntarse si realmente estaba loca ó el devenir de una vida tan triste y cruel le hizo perder en algún momento la cordura.

Juana nunca dejó de ser reina de Castilla, aunque no le permitieran ejercer y las pocas posibilidades que tuvo para gobernar se mostró siempre firme, cuerda y defendió a ultranza el bienestar de Castilla.

Castillo de Tordesillas

Una gran mujer

Que haya pasado a la historia como “la loca” siempre me ha parecido cruel y exagerado.

Si la comparamos con su coetáneo Enrique VIII, un rey que hizo decapitar a dos de sus seis esposas por considerarlas infieles y que aniquiló el catolicismo en Inglaterra por denegarle el divorcio.  Juana no parece tan excéntrica.

De cualquier manera para mí siempre será Juana I de Castilla, la reina a la que no dejaron gobernar.

 

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