LA CARTUJA DE GRANADA, EL TEMPLO DEL SILENCIO
Nos encontramos delante de la Cartuja de Granada, el templo del silencio
Abordar la visita de este gran monumento significa entrar en una de las iglesias barrocas más bellas de España. Pero significa mucho más porque para comprenderla y poder llegar a saborearla es necesario conocer a los hombres que le dieron vida, al significado de su existencia y al origen de esta orden tan singular que son los cartujos.
Como y de donde surge esta orden religiosa
Para comprender mejor el origen de la orden Cartuja es necesario ir hasta los orígenes de las primeras órdenes religiosas.
Para encontrar el origen es necesario trasladarse al siglo III y a los primeros anacoretas que deciden emprender una vida en soledad y dedicada por completo al trabajo, rezo y ayuno. Poco a poco, esta nueva forma de entender la fe prosperó hasta tal punto que incluso dio pie a las primeras agrupaciones de religiosos o mejor dicho a los primeros monasterios.
El siglo V es fundamental en el desarrollo de las órdenes ya que S. Benito de Nuria crea el primer monasterio basado en la vida contemplativa, en definitiva el primer monasterio de la orden benedictina. El que resaltemos esta orden frente a otras se justifica por dos hechos: el primero es que será la orden más extendida en la Edad Media y en segundo lugar que muchas de las ordenes que surgen a partir de ese momento mantienen la base establecida por S. Benito como es el caso de los Cartujos.
Que es una orden religiosa y que tipos hay
Una orden religiosa es una organización, reconocida por la iglesia, cuyos miembros viven en comunidad y consagran su vida a Cristo.
Existen varios tipos de órdenes religiosas y una de ellas son las monásticas. En estas órdenes sus miembros dedican toda su vida al trabajo en el monasterio y al rezo, es denominado “ora et labora”. Es muy importante este matiz de que solo trabajan dentro del monasterio y para su propio sustento. No piden limosna, no cuidan enfermos y no enseñan. Esto no debe hacernos pensar que no ayudan a la comunidad ó a la humanidad sino que lo hacen de una forma distinta, como explicaremos más adelante.
Entre estas órdenes tenemos a los benedictinos, cistercienses, trapenses y cartujos.
Cuando nace la orden cartuja.
- Bruno se considera el fundador de dicha orden, pero curiosamente el no escribe ninguna de sus reglas. Hay que esperar a Guido I , el quinto prior de la Cartuja, en 1127, escriba los 80 capítulos que todavía constituyen las reglas de la orden y esto es algo que enorgullece a los cartujos, es la única orden que no ha sido reformada y mantiene las mismas reglas desde su creación.
¿Qué los diferencia de otras órdenes religiosas?
La gran diferencia radica en que esta orden consigue conjugar a la perfección la vida en comunidad y la vida en soledad. La vida en comunidad se centra en los rezos en la iglesia, las comidas con los otros hermanos, solo una vez por semana y un paseo los domingos. El resto de su tiempo lo pasan aislados en la soledad de sus habitaciones. habitaciones.
La vida de un cartujo se resume en: la búsqueda de Dios en la soledad y guardan los votos de silencio, castidad, pobreza y obediencia.
Día a día de un Cartujo
Se acuestan pasadas las siete de la tarde y se levantan a medianoche para rezar hasta bien entrada la madrugada. Cada noche durante toda su vida, interrumpen el sueño para ir a la iglesia.
El rezo cada cuatro horas, tanto de día como de noche, marca el ritmo de su vida.
Ayuno: Comen solo una vez al día durante siete meses al año. Todas las comidas son austeras y con una preparación muy sencilla.
En la iglesia, delante del señor, pasan varias horas cada día cantando y meditando.
El silencio no es el fin que buscan, sino que silencio y soledad dejan un espacio vacío para poder encontrarse con dios. Es un silencio habitado.
Algunas frases que los definen
- Nuestro oficio es alegrar a Dios
- Las sagradas escrituras son nuestro alimento espiritual
- Lejos del ruido del mundo podemos comunicarnos mejor con Dios
- No esperamos nada y no pedimos nada, solo rezamos por el mundo.
La Cartuja de Granada, el templo del silencio. Una gran joya del barroco en España.
Tras describir la vida austera y sencilla de un monje cartujo, sorprende encontrar en la Cartuja de Granada una de las mayores joyas del barroco en Andalucia. La Explicación es sencilla. Y es que un cartujo no cree merecer nada pero Dios lo merece todo. Efectivamente, la iglesia no es su casa, es la casa de dios.
Fundación
La cartuja de Granada se comienza a construir tras la conquista de la ciudad concretamente a partir de 1513.
Sin embargo su construcción se alarga mucho en el tiempo. A lo largo del s. XVI y XVII se construye el denominado claustrillo con las salas de capitulo y refectorio y el gran claustro rodeado de las celdas de los monjes y el cementerio. Pero hay que esperar al siglo s XVIII para ver terminada la parte más importante la iglesia, el sagrario y la sacristía. Los tres edificios se construyen en estilo barroco y en ellos trabajarán todos los grandes artistas del momento, sobre todo en pintura, y en escultura.
Podemos decir que este monasterio es un catalogo de casi todas los ordenes arquitectónicos. Comenzando con el gótico tardío y terminando con el barroco.
Las desamortización del s.XIX y el abandono posterior han hecho que lamentablemente se destruya el gran claustro y todas las celdas de los monjes.
Sin embargo tenemos la suerte de conservar la iglesia en perfecto estado. Como en todas las iglesias de esta comunidad, está dividida en 3 partes.
La decoración sigue el espíritu del barroco y especialmente de la contrarreforma. Paredes, techos e incluso los suelos están decorados. Es difícil fijar la mirada en un lugar concreto. Todo está decorado. Todo impresiona, todo deslumbra. La impresión que trasmite es la de estar en un lugar sobrecogedor y celestial.
Otras de las características del barroco es el movimiento. Efectivamente, cuando entramos en la iglesia tenemos la impresión de que todo se mueve, las paredes cubiertas de placas de yeso, la alternancia de colores en los suelos, los mármoles multicolores…
Y si la decoración es deslumbrante en general, lo es mucho más en el sagrario. Es el lugar más importante y por supuesto más privado. Muy pocas personas tienen acceso a este lugar. Aquí como en el resto de la iglesia encontramos obras de arte de lo mejores artista de España en esos momento. Entre ellos destaca Hurtado Izquierdo y José de Mora como escultores y Palomino y Pedro Atanasio Bocanegra como pintores.
Destacan las figuras de S. Bruno como fundador de la orden, S. José, S. Juan Bautista y por supuesto la representación de las distintas Virtudes como la Fe, Caridad, Justicia, Templanza, etc. que sirven para recordar a los hermanos cartujos como tienen que pasar su existencia hasta llegar al momento de su muerte, que para ellos no es un momento trágico sino que implica haber alcanzado la meta deseada, el encuentro con dios.
En esta habitación se aprecian mejor que en ningún otro lugar las características del barroco. Algunas de estas características son:
-La exaltación de las pasiones. En este caso la espiritualidad. Lo vemos en la representación de san Bruno enfrentándose a la muerte como una manera de mostrar que la vida no es más que el camino hacia la vida real, la vida eterna. También aparece representado por las virtudes, exaltación de las obligaciones del hombre como la fe, la esperanza,
– El Bel Composto de Bernini se empieza a utilizar también en España y en esta Cartuja ya está muy desarrollado. En definitiva las tres artes, arquitectura, escultura y pintura no se usan una como complemento de la otra sino que es imposible concebir un espacio sin la presencia de una de ellas. No se puede entender el sagrario sin sus esculturas. O la arquitectura seria imposible de concebir sin la pintura del techo, etc.
– el Trampantojo. Efectivamente en todo el monasterio vemos imitaciones casi perfectas de tejidos, de relieves, de columnas que parecen de mármol y son realmente de yeso, etc.
– Movimiento. Parece que las habitaciones están en movimiento continuo. Todo esto se consigue con las placas de yeso que cubren las paredes, las formas ondulantes del baldaquino. Los mármoles con vetas que ondulan, el suelo con líneas blancas y negras
– Exaltación de la virgen. En oposición a los reformadores que la niegan.
– Después de la crisis que sufre la iglesia tienen que hacer un gran esfuerzo por despertar el fervor religioso y para ello las esculturas se parecen cada vez más a figuras humanas reales. Para ello usan ojos de cristal, a veces incluso cabello humano, aparecen las vírgenes vestidas, etc.
Si visitas Granada, no puedes dejar de visitar este monasterio que sin duda no te dejará indiferente.
Del documental La grande Chartreuse
Su oficio es «alegrar a Dios». Se acuestan pasadas las siete de la tarde y se levantan a medianoche para rezar hasta bien entrada la madrugada. Ayunan durante siete meses al año y observan el silencio casi toda la jornada
«A las siete y media de la tarde nos acostamos y dormimos hasta las once y media de la noche. Entonces, todos los padres y hermanos nos dirigimos a la iglesia en ordenada fila a través de los solitarios claustros, apenas iluminados. Allí se apagan las luces y se hace un profundo silencio, hasta que el prior comienza el canto de maitines, que se prolonga hasta las tres de la madrugada», prosigue el prior. Lo de partir el sueño en dos es de las normas que más cuesta a los aspirantes a cartujo. «Pero es que sentimos predilección por estas horas de alabanza nocturna, cuando el silencio de la noche convida a una oración más fervorosa», explica con sencillez el prior.
A las siete de la mañana, los cartujos se vuelven a levantar. Rezan, tienen misa cantada-que nunca dura menos de una hora- y pasan directamente a trabajar o estudiar. «No desayunamos», afirma el prior, sin darle demasiada importancia. A las once y media tienen la comida, a base de legumbres, pescado o huevos y postre. Nunca carne. Cuando ayunan -que es la mayor parte de año-, sustituyen la cena por un poco de pan y un vaso de vino.
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